El principal objetivo de la simulación gerencial (juegos de empresas) en el medio académico es el aprendizaje. Con el uso de esta metodología resolvemos una problemática de las carreras ligadas a la gestión: la falta de práctica. Raramente los alumnos de estas carreras tienen la oportunidad de aplicar las teorías impartidas por los profesores en clase. La simulación es una de las pocas oportunidades. El aprendizaje en la simulación ocurre de forma lúdica, y por la experimentación, o sea, por el intento y error. La simulación permite, por lo tanto, que se aprenda también por los errores cometidos, experiencia que muchas veces es más marcada que el aprendizaje por el acierto.
Las áreas de educación, psicología y pedagogía categorizan el aprendizaje utilizando varias tipologías. Aquí voy a tratar el concepto de aprendizaje de forma pragmática, enfocándose en cómo ocurre. El «cómo» puede ser definido por las formas de interacción de los alumnos. En este caso, tenemos 4 formas de aprendizaje: individual, dentro del equipo, con el profesor y en el grupo entero. El individual ocurre cuando el alumno analiza los resultados de la simulación para verificar los errores y aciertos. Este aprendizaje debe ser complementado con los otros formatos para que el alumno no tome conclusiones erróneas de los análisis realizados. La discusión entre los colegas del equipo permite refinar el aprendizaje individual, pues los alumnos tienen que discutir los resultados de forma colectiva para tomar un nuevo conjunto de decisiones de la empresa simulada. Los alumnos recurren al profesor para tomar algunas dudas, lo que permite generar otra forma de aprendizaje, que normalmente ocurre entre los alumnos de un equipo y el profesor. Sin embargo, dependiendo del cuestionamiento, abro la discusión al grupo entero para que el tema sea asimilado por todos.
La cuarta forma de aprendizaje ocurre de forma colectiva, involucrando a todos los equipos pertenecientes de forma simultánea. Para ello, utilizo el formato de una junta general de accionistas. En una simulación normalmente hago dos asambleas, una en la mitad y otra para el cierre de la actividad. Más adelante, presentaré en este blog la metodología de conducción de una asamblea, mientras tanto me enfocaré en el aprendizaje que esta proporciona. Los tres formatos anteriores no permiten, por regla general, que se alcance al grupo entero. En las asambleas el objetivo es exactamente este, hacer que el aprendizaje, principalmente dentro de cada equipo, sea compartido por todos. En la asamblea intermedia este compartir es limitado. Como la simulación continuará, no van a presentar las estrategias que están utilizando, principalmente las estrategias ganadoras. En la última asamblea la simulación ya estará cerrada y los alumnos no tendrán por qué ocultar sus estrategias. Para mí este es el punto alto de la simulación, pues permite consolidar el aprendizaje de forma colectiva. Incito a los alumnos a expresar sus dudas, lo que ellos aprendieron y las lecciones a sacar con la experiencia vivida. Por último, hago un paralelo entre el entorno simulado y la realidad. La simulación, como un modelo de la realidad, es una simplificación de lo que los alumnos enfrentarán en la vida real. Así, este paralelo permite alcanzar un mayor aprendizaje.
Profesor Ricardo Bernard, Ph.D.